Por William González Badillo
Ver a Luis Páez en un campo de juego es ver sacrificio, entrega, técnica y goles. Este delantero paisa que vino procedente de la primera B se ha metido en el corazón de la hinchada rojiblanca gracias a estas virtudes que lo diferencian de los demás.
Llegó a Barranquilla y con personalidad tomó el mítico número 11, sin importar toda esa historia de fracasos que arrastraba este dorsal a sus espaldas. Debutó con dos goles en aquella lamentable derrota 4-2 ante el Real Cartagena, siendo el único jugador rojiblanco que se destacó y ya suma, con el de ayer, 3 goles con la camiseta rojiblanca.
El tanto que le anotó al Pereira, un golazo. Bajó con clase un balón en movimiento en medio de la marca, eliminó del camino a los defensores con dos excelentes enganches y sacó un misil que dejó sin posibilidades al arquero visitante. Un tanto que vale 3 puntos importantes.
Bien por Páez, que cuando las cosas no se le dan con la red, como venía pasando en los últimos juegos, muestra entrega y ante todo ese sacrificio que se le exige a todo jugador que vista esta camiseta rojiblanca.
El Junior
Este equipo cada día me gusta más. Y más que lo futbolístico, me gusta la personalidad, la entrega y la lucha que muestra en el terreno de juego.
El de ayer no fue un partido fácil. Un Pereira crecido, con ganas de romper esa maldición de juegos perdidos —lleva 30 fechas sin ganar— y que llegó a Barranquilla a aprovecharse de un equipo rojiblanco que está metido de lleno en Copa Libertadores y que aún celebra ese histórico triunfo ante Gremio del Brasil.
Las cosas le estaban saliendo a la perfección al equipo ‘matecaña’, hasta que llegó Páez y les dañó la fiesta con un soberbio golazo.
Ayer no hubo ‘jogo bonito’, no vimos fútbol lírico, no apreciamos una tarde gloriosa del equipo rojiblanco, pero cuando esto no se puede hacer, hay que mostrar entrega, garra y personalidad para sacar un juego adelante. Y eso a este Junior, hasta la fecha de hoy, le sobra.
La Lechuza
Ayer quedó demostrado, una vez más, lo mal que estamos en términos de leyes en este país. Como es posible que un salvaje de estos —Luis Moreno, defensor del Pereira— agreda, delante de los ojos de todo el mundo —los que estaban presentes en el estadio y los que vieron el juego por TV— a un indefenso animal y no pague por ello.
Muchos niños vieron esta escalofriante imagen, que le dio la vuelta a país. ¿Qué ejemplo se llevaron al saber que el protagonista de esta escena no recibió castigo alguno?
Imágenes como esta y lo visto hace pocos días en un video donde unos patrulleros de la policía entierran vivo a un indefenso perro nos hacen ver muy mal a nivel internacional y me demuestran cada día más que seguimos viviendo en un país subdesarrollado y que nunca progresará si no se aplica con rigurosidad las leyes y se castigan a los que le hacen mal a la sociedad, háblese de personas, animales y medio ambiente.
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