Por William González Badillo
Esto ya comenzó y aún Junior no despierta. Una fotocopia del equipo que terminó el año pasado vimos hoy en Magangué. Un grupo sin alma, sin actitud y ganas cayó 4-2 ante un Real Cartagena sediento de triunfo y que siempre ve al Junior como su rival a vencer.
Para nadie es un secreto que los heroicos preparan este mal llamado clásico costeño —porque el verdadero es ante el Unión Magdalena— como si fuera el partido de sus vidas y así lo enfrentan.
No quiero entrar en evaluaciones, esto es solo el primer juego, pero desde ya hay que pellizcar al grupo, mentalizarlos que se armó un equipo para pelear todo lo que se atraviese en el camino.
Pellizcar a Bacca —hoy solo vimos su sombra, era un espanto en la cancha— al ‘Ringo’ Amaya, a John Valencia y hasta al mismo Viera, que se llevó 4 goles en su estreno oficial y pudieron ser más.
Para destacar, la labor de Luis Páez, no solo por sus dos goles, sino por la entrega que dio durante el tiempo que estuvo en la cancha. Con esa actitud pronto se echará a la afición en el bolsillo y seguro triunfará en Barranquilla, algo que muy pocos consiguen y menos en esa posición.
Me gustó, en lo personal, la labor de Vladimir Hernández, los chispazos de Sherman Cárdenas y los raticos de fútbol que nos regaló Giovanni Hernández.
Nada aún está escrito, no sé si este equipo logrará alcanzar todos los objetivos a los cuales le apunta, pero en el fútbol no solo se triunfa jugando bien y teniendo la mejor nómina, aquí lo importante es la actitud y el hambre de triunfo, lo demás llegará a cuentagotas durante la temporada.
Ojo, esto no es una crítica destructiva, es simplemente un jalón de orejas, un pellizco a un equipo que está en la obligación de hacer olvidar la pesadilla que vivió la ciudad durante el segundo semestre del 2010.
Los hinchas están con el equipo, el periodismo también los apoya, los directivos creen en el plantel, ahora solo falta que ustedes mismos crean en sus capacidades, solo así se llega al éxito.
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