martes, 16 de noviembre de 2010

"Estoy acostumbrado a trabajar bajo presión, es una motivación": Óscar Héctor Quintabani



*Con información de EL HERALDO

Pausado y con su acento argentino intacto a pesar de que ya acumula 32 años viviendo en Colombia, Óscar Héctor Quintabani habla de su llegada a la dirección técnica del Junior.

¿Sabe lo que le espera en Barranquilla?
Sé que la gente es alegre y la exigencia hacia el Junior. Estoy acostumbrado a trabajar bajo presión, es una motivación.

¿Cuál será su objetivo en el Junior?

Eso es justamente uno de los temas prioritarios a conversar. La oportunidad de ir a Copa Libertadores es importante. Hay que sentarse a hablar sobre el tema. Para saber dónde podemos estar parados para organizar todo.

En qué posiciones se deber reforzar?

Hay que ver cuáles son los jugadores que van a seguir y a partir de ahí construir el nuevo proyecto hacia el 2011.

¿Tiene a Giovanni Hernández en sus planes?

No puedo decidir sobre ningún jugador en este momento dada la situación tan delicada que tuvo Junior, hay jugadores que terminan contrato, otros que tienen continuidad, otros que tuvieron problemas y salieron del equipo. Giovanni trabajó conmigo en el Deportivo Cali, es un gran jugador, pero no puedo llegar a empujar para aquí o para allá tal situación. Debo esperar y ver qué jugadores van a seguir, a partir de ahí construiremos el equipo.

¿Si de usted dependiera daría el aval para que siguiera Giovanni?

No puedo hacer ningún tipo de declaración al respecto, ni sí ni no, tengo que respetar a Giovanni como profesional, como persona, como todo, y después definir la situación.

Se rumora que entre usted y Giovanni no existió una buena relación en el Deportivo Cali, que le cerró las puertas en Nacional y que no le agrada su fútbol...

No, para nada. Soy un técnico que trabaja, tiene equilibrio y tiene buenos jugadores para poder tener la hoja de vida que tengo, lo demás son chismes infundados. Tuve una gran relación con él en el Deportivo Cali. Giovanni es un jugador inteligente, juega sin ningún tipo de problemas.

¿Giovanni era titular en el Cali?

Sí, jugó todos los partidos que pudo jugar, incluso era el capitán del equipo, participamos en una Copa Libertadores. Siempre jugó.

¿En su idea futbolística actual juega con enganche?

Los buenos jugadores no tienen dificultades, uno siempre va a proponer desde un fútbol ofensivo y organizado para defender. Hay que tener equilibrio.

¿Usted se considera un técnico ofensivo o defensivo?

Ofensivo y defensivo, hay que inculcarle al jugador utilizar de la mejor manera su inteligencia de juego y estado físico cuando tiene la pelota y cuando no la tiene. Los equipos deben ser balanceados. Esos equipos donde existían cuatro que atacaban y el resto defendía, ¡bah!, están mandados a recoger, el fútbol de hoy es movilidad, más exigencia física, la solidaridad de un equipo es el principio de entendimiento y respeto que nos podemos tener.

¿Habló con Umaña?

No, es un momento incómodo, difícil, uno sabe que los resultados complican las continuidades, la mayoría de las veces no somos culpables de las situaciones, pero terminamos siendo responsables.

¿Cómo piensa manejar la disciplina en el Junior?

Como siempre, la disciplina no puede ser una en Manizales, una Medellín, otra en Tuluá, creo que es un tema de concertar con el grupo. El fútbol es una profesión que avanzó demasiado y se globalizó, se debe entender como profesión. Hay una responsabilidad. Un cirujano puede divertirse, pero tiene sus topes para poder hacerlo sin equivocarse en una cirugía. El jugador debe vivir de la misma manera. Tiene que asumir sus responsabilidades.

¿Sabe algo de lo que sucedió en el Junior en este semestre con el tema disciplinario?

Por prensa. Es muy importante sentarme con los directivos para saber qué apreciación tienen. Lo que pasó servirá de experiencia a todos.


Uno mira su hoja de vida y nota que le fue bien en todos los equipos excepto en Millonarios...

Sí, no clasificamos a la semifinal. Hicimos 28 puntos y +8 en diferencia de gol, Cali nos superó por un gol.

¿Qué tanto puede pesar el asumir un equipo cuando una competencia tan complicada como la Copa Libertadores está a la vuelta de la esquina?

En cuanto a adaptación no hay mayor problema, de tantos años de vivir en el país, ya sé cómo es Barranquilla, tengo amigos allá y sé cómo piensa la gente de la Costa. Hay que organizar un proyecto lo más inmediatamente que se pueda para tener tiempo de trabajar y darle una identidad a lo que se quiere hacer. Normalmente los equipos demoran en armarse para tener una proyección distinta, pero el reto es así y lo asumiremos con toda la responsabilidad.

¿Tiene afinidad con el trabajo en divisiones menores?

Me parece fantástico el trabajo en divisiones menores, hay que entenderlo, respetarlo y asumirlo. Los grandes equipos siempre recurren a la cantera, en este caso sucederá lo mismo. Hay que mirar los objetivos que se tienen y la madurez de cada jugador. Desde 1990, que estoy trabajando como entrenador, llevo más de 130 jugadores promovidos a primera en distintos clubes. Unos por necesidad y otros con objetivos y presiones inmediatas. Siempre veo la cantera.

¿Qué jugadores ha promovido?

Alirio y ‘Chicho’ Serna, Matamba, Chaca Palacios, Guillermo Rivera, Ricardo Ciciliano, hay muchos.

¿Cómo piensa fusionar a los jóvenes de la cantera con la base actual y los refuerzos?

Primero que todo tengo que conocer el proyecto y el trabajo en divisiones menores. Lo más inmediato son los jugadores que están preparados para la competencia y tratar de ir involucrándolos en los que se va a hacer.

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