Texto y cámara: William González Badillo
Edición digital: Cristian Verbel
La pasión del fútbol se vivió en toda su intensidad en el décimo tercer torneo de Escuelas de Fútbol Asefal que se realizó del 3 al 10 de enero en Barranquilla.
Alegría, satisfacción, goles, buen fútbol, tristeza y llanto, todo reunido en un evento que se fortalece con el pasar de los años y que reúne a grandes escuelas de la ciudad, la región y el país.
Familias enteras llegaron a apoyar a su equipo. El ambiente es de fiesta. Todos se unen para vibrar con la emoción de un gol, una buena jugada o simplemente con el debut del más pequeño del hogar.
Los niños, por su parte, se entregan al máximo, corren y luchan los 70 o 80 minutos que dura un juego. Sufren con cada gol en contra, pero encuentran la recompensa al final cuando levantan el trofeo que los acredita como campeones.
Así es más fácil ver el fútbol, con pasión, pero siempre disfrutándolo desde lo más profundo.
Muchas de los jugadores que hoy son estrellas nacieron en este tipo de torneos. No todos llegan al profesionalismo, pero cada año disfrutan y se entregan al máximo practicando el deporte de sus amores, el fútbol.
Asefal regresará el próximo año, con nuevos jugadores que inician su proceso a punta de sacrificio y mucho esfuerzo. Los que en esta edición lloraron con una derrota, mañana sonreirán, seguro con el dulce sabor de la victoria.
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