Por
William González Badillo
Twitter:
@wigoSports
Michael Ortega está feliz, en familia,
disfrutando de unas merecidas vacaciones, aún con la incertidumbre de qué
pasará con su futuro. El jugador, oriundo del municipio de Palmar de Varela,
terminó contrato con el Bayer Leverkusen de Alemania y ahora se encuentra
negociando su continuidad en el fútbol alemán.
Existen ofertas, tanto del Leverkusen como
de otros clubes de la Bundesliga. Lo cierto es que el volante está amañado en
el viejo continente, afirma que su vida cambió totalmente desde que está
viviendo allá y asegura que aún tiene fútbol para mostrar en una de las ligas
más competitivas del mundo.
Junto a su fiel amigo, Juan Román Riquelme
—su mascota, un Bull Dog Inglés, a quien le colocó el nombre de su gran
referente en el fútbol— atendió a EL HERALDO y le contó sus vivencias en Europa
y sus planes a futuro.
¿Cómo
terminó su temporada en el Bayer Leverkusen?
Bien, creo que fue excelente. A finales de
la temporada, cuando llegó el nuevo técnico, Sami Hyypia, quedaban siete
partidos y los jugué casi todos. Fui figura en tres partidos seguidos y todos
quedaron contentos con mi trabajo. Faltaba eso, que me dieran la confianza,
creo que el anterior técnico (Robín Dutt) no me la brindó.
Me
imagino que vivió momentos difíciles cuando veía que los partidos pasaban y no
era titular...
Fueron momentos duros, muy difíciles, ya
que en la pretemporada me brindaron toda la confianza y fui titular, luego a
principio del torneo no me la brindaron y nunca pude jugar con el anterior
técnico, pero gracias a Dios tenía a mi señora allá y el apoyo de mi familia,
que eso te hace sentir fuerte. Nunca bajé la cabeza y traté de seguir adelante,
trabajando al máximo. Después llegó el nuevo técnico, me brindó su confianza y
pude trabajar bien.
¿Con
la llegada de Hyypia al banco técnico cambió algo en el esquema futbolístico
del equipo?
Con el técnico anterior se jugaba con un
4-2-3-1 y con el nuevo entrenador pasamos a un 4-3-2-1. Como te puedes dar
cuenta terminamos jugando con dos diez, ahí tenía yo más cabida y podía hacer
mi fútbol. Con el anterior se jugaba más al pelotazo. Recuerdo que una vez me
metió de volante diez y no veía la pelota, solamente la miraba pasar por arriba
y le decía a mis compañeros que por qué jugábamos así, ellos me gritaban que el
técnico mandaba a jugar al pelotazo, entonces yo decía que para qué me metió,
si yo mido 1,60 metros. Fue una locura, yo creo que por eso lo sacaron.
La
sociedad alemana se caracteriza por su estricto orden. Alguna vez Jürgen
Klinsmann dijo que a ellos en su país les enseñaban a ser el mejor en lo que se
dedicaran, así fuera recogedor de basura o abogado, ¿En el fútbol, con tus
compañeros, notas eso?
Completamente. A ellos les dicen, quédate
ahí y lo hacen. Lo más impresionante es el orden que se maneja a la hora de
jugar, porque cuando atacan, lo hacen en armonía, y cuando tienen que regresar
a defender, todos vuelven a su respectivo puesto. Para mí Alemania es la mejor
cultura de Europa. Ya estuve en Italia, en Francia y no es lo mismo. En
Alemania la gente es amable, la ciudad es muy limpia, ellos son serios y
estrictos en todo. Vieron lo que pasó en el partido contra Barcelona, que dos
de mis compañero le quitaron la camisa a Messi, después llegó un directivo, se
las quitó y la donó. Así se manejan las cosas en Alemania.
¿Cómo
vivió la experiencia del partido ante el Barcelona, aunque no hayas podido
jugar?
Fue algo muy lindo, con estar ahí ya se
gana mucho. Mucha gente me decía que fui un privilegiado porque estuve ahí,
lastimosamente perdimos, pero pude hablar con Xavi, con Iniesta y eso me dejó
muy feliz. Tengo las camisetas de los dos y eso lo deja más feliz a uno.
¿Ya
habla el alemán?
A mi me hablan por palabras, pausadamente,
lo entiendo, pero si me hablan rápido, no. Estoy estudiando el idioma con el
director de la cantera, el me da clases, pero siendo realista a veces me da
pereza. Lo importante es que mi señora está estudiando cuatro horas el alemán y
cuando salimos a la calle le tiro la pelotita a ella para que me pida la comida
y todo. Pero hay que estudiarlo, porque en le nuevo contrato pusieron un
reglamento donde dice que es obligatorio saber el idioma y ahí se nota lo
correctos que son.
¿Cómo
es tu situación contractual con el Bayer Leverkusen?
En este momento mi representante está
arreglando las cosas allá, mi contrato vence a finales de junio de este año,
pero hay una opción de compra. Mi pase es del Atlas de México, pero hay
posibilidades de seguir en Alemania. También hay otros equipos de la Bundesliga
interesados, incluso un equipo grande. Yo quiero seguir en Europa.
Hace
poco Bacca nos comentó que hizo una linda amistad con usted ahora que
estuvieron en Europa ¿cómo nació esa empatía?
Con Carlos (Bacca) hicimos una amistad muy
linda, él no jugaba y yo tampoco lo hacía, entonces nos hablábamos y nos
dábamos fuerzas, yo le decía que no teníamos que devolvernos a Colombia, que
teníamos que marcar diferencia aquí, porque después iban a decir que habíamos
fracasado, y así la relación se hizo compacta. Él nunca bajó los brazos y
terminó haciendo goles y yo también terminé jugando. Entre costeños nos apoyamos.
¿Cómo
le pareció el llamado de Luis Fernando Muriel a la Selección Colombia de
mayores?
Me alegró muchísimo, ya que se lo merece
porque hizo un gran trabajo en Italia. Ojalá que la rompa para que se quede
mucho tiempo.
¿Me
imagino que ha disfrutado con las actuaciones de Falcao en el Atlético?
Lo que hace Falcao es impresionante y eso
nos ayuda a nosotros los futbolistas colombianos, porque te abre las puertas y
te da respeto.
El
jugador costeño tiene unas costumbres particulares que lo hacen controvertido,
pero a Bacca, a Muriel e incluso a usted, se les nota diferentes, más
aplomados...
Estar allá es una oportunidad única y uno
cambia, es una buena experiencia. Estar en Europa es algo extraordinario y ves
la vida de otra manera. Yo siempre he tenido los pies sobre la tierra, la
humildad y la tranquilidad te da a conocer muchísimo, porque la gente habla
bien de ti. Bacca ha estado más centrado y es algo increíble. Recuerdo una vez
que organizamos un asado, compramos unas 30 cervezas y cuando ya nos habíamos
tomado dos ninguno quería seguir. Yo le decía a Bacca: “ve, tú antes te podías
tomar todo eso y estabas pidiendo más”, y él me decía que ya había cambiado,
que ahora se dedicaba a su hijo. A Bacca, a Muriel y a mí, Europa nos hizo
cambiar para bien.
Como
hincha de Junior ¿Cómo ve al equipo de cara a este último juego, ante Once
Caldas, en el cual definirá su clasificación?
Ahora toca apretar, tenemos que ganar en
Manizales para pasar, porque yo no me puedo quedar sin ver fútbol aquí en mi
ciudad, quiero ir al Metro a apoyarlos. Junior tiene todo para clasificar,
dependen de ellos mismos.
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