Por William González Badillo
Ganó el que mimó al fútbol, el que lo consintió. Solo un equipo en el planeta tierra tiene esa virtud y es el FC Barcelona.
Hoy vimos a un equipo ‘azulgrana’ inspirado, que propuso fútbol, que creó opciones, que sacó nuevamente figura a Casillas y que estuvo liderado por la magia de un Xavi fuera de serie y el ‘puto’ amo del fútbol, Lionel Messi.
Ganar así es reconfortante, da tranquilidad, te da una sensación de justicia y deja enseñanzas. No es solo el hecho de vencer, es saber que lograste la victoria respetando una identidad, esa misma que genera la admiración de todo el mundo.
El Real Madrid hoy fue más de lo mismo: Defender, esperar y contraatacar. Pero hoy la diferencia radicó en que este equipo ‘merengue’ no mostró la misma actitud que en otros juegos. Se dedicó más a ganar el partido fuera del campo que a vencer jugando al fútbol.
Hoy el amo y señor del juego fue el Barcelona. Domino las acciones desde el pitazo inicial hasta el final. Madrid esperó, esperó y esperó, pero nunca encontró los espacios que si tuvo en otros juegos para hacerle daño al rival.
Con este prudente planteamiento, los principales damnificados fueron Ozil, Di María y Cristiano, que se hizo notar más por sus aspavientos que por su fútbol. En el primer tiempo sólo apareció para acribillar a pelotazos a la barrera en cada falta que lanzó en el segundo, el portugués brilló, pero por su ausencia.
Di María y Marcelo eran los que más hacían por el espectáculo. Casillas, figurón en el arco blanco. Arbeola era el encargado de las agresiones y Pepe, en lo suyo, pegar, pegar y pegar. Gracias a Dios no partió a ‘Dani’ Alves con esa entrada bestial.
Es triste ver como un planteamiento defensivo y tacaño consume a un grandísimo jugador como Cristiano Ronaldo. El portugués no es feliz, estoy seguro, y sus palabras ayer, al término del juego, así lo demostraron. "No me gusta jugar así, pero tengo que adaptarme", afirmó.
Pero como dice Guardiola: “Esta serie aún no está sentenciada”. Si algo tiene este Madrid es coraje y fortaleza mental. Por eso los de Guardiola tendrán la dura misión de sentenciar esta serie ante un grande, ante un equipo campeón 9 veces de Europa y que seguro tratará de morir, si así llegase a pasar, con las botas puestas.
Después de una semana cargada de presión, drama, insultos, calumnias e irrespeto, el fútbol volvió a sonreír con la victoria del único equipo que sabe mimar a la ‘pecosa’: el FC Barcelona.
Mención aparte para Lionel Messi. ¡Crack!. El segundo gol es un homenaje a la historia. Sin duda alguna es el amo del fútbol y cada partido hace cosas impensables, que solo él tiene el poder de hacer.
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