Por William González Badillo
Twitter: @wigoSports
Más tranquilo, pero aún con los recuerdos
intactos, pasa sus días el volante del Junior Bréiner Belalcázar. Lo sucedido
el pasado jueves 12 de julio de 2012 marcó no solo su vida, sino la de toda su
familia.
En un intento de atraco, el jugador fue
baleado en presencia de su hijo de 4 años. El Cachorro estará aproximadamente
dos meses por fuera de las canchas, pero eso, en estos momentos, pasa a un
segundo plano. Su hijo aún revive, cada noche, el episodio violento y ese dolor
es más intenso que el que le produce la herida en su pierna izquierda.
“Mi reacción fue porque mi hijo estaba ahí
y esas personas cuando van a robar no miden las consecuencias. Me dio mucha
rabia y lo que quise fue proteger a mi pequeño, porque apenas tiene cuatro
añitos, está comenzando su vida y uno nunca quiere que le pase nada. Él es mi tesorito,
yo lo adoro con todo mi corazón”, aseguró con nostalgia.
En diálogo con EL HERALDO, el Cachorro Belalcázar contó detalladamente los
momentos de angustia que vivió él y su familia. Ahora solo piensa en
recuperarse y estar nuevamente en las canchas.
¿Relátenos
los momentos que vivió, junto a su niño, al momento del atraco?
El día jueves nos tocó ir por el cheque del
sueldo. Una hora antes yo estaba con Omar Barros (jefe de prensa de Junior) y
luego sucede todo. Resulta que nos veníamos para la casa, pero en la vía nos
encontramos con el Bancolombia de la 93. Con Luis Páez (delantero del Junior)
decidimos cambiar nuestros respectivos cheques. Ya estando dentro del banco, yo
le pregunto a él si había comido alguna vez cholao valluno y me dice que no, y
pues a la vueltica había un lugar donde los venden. Hicimos la vuelta en el
banco y nos fuimos a comer el cholao. Yo estaba con mi hijo, en ese instante
entra un sujeto pidiéndonos la plata, la gente que estaba se sintió intimidada,
yo me sorprendo, pues estaba con mi niño. En este instante yo, en lo que menos
pensé fue en el dinero, me preocupaba que ese sujeto fuera a reaccionar contra
mi hijo con esa arma. De ahí viene mi reacción sobre esa adversidad, donde le
suplico que no haga nada porque había mucha gente, le dije que se llevara lo
que quisiera, pero el tipo no me dice nada y yo me voy encima para que no
dispare, es ahí donde se forma la vuelta. Su reacción es pegarme con la cacha
del revolver…
¿En
ningún momento sintió que alguien los seguía desde el banco?
La verdad es que no.
Yo en el banco tenía a mi hijo cargado porque me decía que quería ver a la
muchacha del cajero, pero nunca iba pensar que me estaban mirando o que había
gente con malas intenciones, y más que yo, en estos siete meses que llevo aquí,
me he movido siempre por la misma zona y nunca he tenido problemas, siempre me
sentí seguro, entonces nunca sospeché que hubiera una persona pisteando en los
bancos. Hoy me tocó vivir esta experiencia amarga que espero que nunca se repita.
Luis
Páez nos contó que agarró a su hijo y se lo llevó al baño para que no viera ni
le pasara nada…
La reacción de Páez en ese momento es
agarrar a mi hijo y llevarlo para el baño, porque estaba este tipo con el arma
y uno no sabe qué puede hacer. Todas las personas que estaban ahí se fueron
para atrás, el que quedó a la deriva fui yo. Ahora, más tranquilo, pienso
muchas cosas de mi reacción y me toca aprender de esta experiencia. Ojalá no me
vuelva a pasar jamás, porque uno siempre piensa que se lleven todo, porque lo
material vuelve, pero la vida es una sola y hay que aprovecharla y vivirla al
máximo.
Hablando
con Iván Vélez, en estos días, nos decía: “el Cachorro las tiene bien puestas,
yo entrego todo, el dinero y hasta las llaves del carro”, refiriéndose a la
valentía con la que usted asumió el hecho…
La reacción que pueda tener uno es por la
adrenalina del momento. Ahora, más tranquilo, saco la conclusión que cuando
llegue una persona a robar hay que darle todo y quedarse quieto, porque nada
material vale la pena. Mi reacción fue porque mi hijo, que estaba ahí, y esas
personas cuando van a robar no miran consecuencias de lo que pueda pasar. Me
dio mucha rabia y lo que quise fue proteger a mi hijo porque apenas tiene
cuatro añitos y está comenzando su vida y uno nunca quiere que le pase nada, él
es mi tesorito y yo lo adoro con todo mi corazón.
¿En
algún momento de su vida le tocó vivir algo parecido a esto?
Yo soy de un pueblito tranquilo (Palmira,
Valle del Cauca), pero igual esa verraquera y enjundia solo la demuestro en la
cancha. Recuerdo un día que estábamos esperando el bus para ir a la práctica
del Cali, pasaron dos tipos armados en una moto y nos pidieron los celulares.
El compañero que estaba conmigo me dice que le entregué todo, y yo de una lo
hice, sin ningún problema. Son distintas circunstancias. Creo que mi reacción
de ahora fue por temor de que algo le sucediera a mi hijo.
¿Nunca
se le pasó por la cabeza que no fuera un robo sino otra cosa?
No, para nada, cuando el tipo llegó, pidió
la plata de una y sabía lo que quería, como se dice por ahí, ya nos tenía
pintados desde el banco y sabía que teníamos la plata. Otra cosa no pensé,
porque yo no tengo problemas con nadie, somos deportistas, más yo, que soy una
persona amiguera. Por ese lado estaba tranquilo.
¿Qué
le ha dicho su hijo sobre todo lo que pasó?
El lunes yo estoy de regreso en mi casa y
cuando el niño me pregunta por la pierna, yo le digo que todo está bien, luego
me pregunta por el muchacho (el atracador) y se le notó que estaba muy
impactado por el momento que le tocó vivir, incluso, en las noches se despierta
llorando y gritando como reviviendo ese momento.
¿Qué
fue lo primero que se le vino a la mente al ver que tenía un disparo en su
pierna?
Yo cuando salgo del Cholao no sentía nada,
veo sangre pero no me dolía. Cuando llego a la clínica y me bajo los
pantalones, veo la herida en mi pierna y se me vinieron muchas cosas negativas
a la mente, pero gracias a Dios no pasó a mayores. Se puede decir que sí fue
grave, porque tendré casi dos meses de incapacidad, pero sirve para aprender
que no puede andar uno con esa plata en la calle, y ojalá le sirva de
experiencia a todos.
Cuando
uno vive ese tipo de experiencias saca conclusiones para evitar que se repitan
en un futuro. Sería bueno que el Junior les pagara directamente a la cuenta y
no por medio de cheques…
Es el estilo de acá, pero yo creo que con
esto que me acaba de pasar a mí se tienen que medir las consecuencias y hacer
las cosas más fáciles para evitar que esto pase. Nadie tiene que saber cuándo
le pagan a alguien. Yo creo que los directivos deben gestionar eso para que uno
corra menos peligro.
¿Qué
le han dicho los médicos sobre su situación?
Gracias a Dios la bala no me tocó ningún hueso
o venas principales. Los médicos me decían que volví a nacer, que fue bastante
milagroso que no me pasara nada. En quince días tengo que volver a la clínica
para que me revisen y ahí me dirán el paso a seguir.
Le ha
tocado vivir momentos difíciles aquí. Primero con la lesión del tobillo el
semestre pasado y ahora esto…
La verdad es que el primer semestre fue
duro, ya que a uno lo traen para jugar y mostrarse y darle mucho a la institución
y pasan estos obstáculos, pero uno no se puede estancar y hay que darle para
adelante. Tomándolo con humor, uno analiza y dice: el primer semestre fue el
tobillo y estuve un mes por afuera, ahora un atentado contra robo y casi dos
meses... vamos a ver qué hacemos para quitarnos la mala racha (risas). Además
mi señora está muy preocupada porque a ella le gusta verme jugar siempre y no
tenerme aquí en la casa (risas). Cuando esté recuperado intentaré darlo todo.
Hoy (ayer) me toca mandarle mucha fuerza a mis compañeros para este primer reto
que, aunque sean dos partidos, hay que darle con todo y prepararse para lo que
viene.
Cuando
llega la hora de los partidos es el momento más duro para un deportista
incapacitado, más en un juego tan duro como ante Nacional…
Les confieso algo, el día que me pasó esto
me trasladaron a la clínica y apenas me ingresaron le manifesté a los doctores
que el miércoles tenía una final (risas), ellos me dijeron que me quedara
tranquilo, que lo importante era que me recuperara.
¿Qué
mensaje le envía a la gente que ha estado pendiente de usted a través de las
redes sociales?
Yo siempre que hago las
cosas las hago de corazón y por eso el reconocimiento de la gente de acá.
Créame que yo con esta camiseta voy a sudar y luchar. Le deseo lo mejor a este
equipo y le mando muchas gracias a la gente que me apoya y da su voz de aliento
para que me recupere.